Me gusta mirarte cuando duermes, con esa cara que se te pone de qué a gustito estoy...y podría quedarme horas clavando mis ojos sobre ti sin que ni siquiera lo sospeches. Siempre pensé que el amor era cosa de los cuentos, que era imposible que dos tipos acabaran siendo felices y comiendo perdices eternamente, pero ahora me lo creo un poquito mas...Ni soy una princesa, ni nunca besaría a una rana esperanzada en que fuera un príncipe azul con casa propia y coche en la puerta, no llego a ese punto...pero si que creo en brujas que no son tan malas como las pintan, que tienen muy poca suerte las pobres, en hadas que viven su vida felices y contentas con sus hados del brazo y doncellas llenas de amargura y envidias que se casarían con el príncipe para sacarles los ojos en el contrato de divorcio...bastante hay por ahí como para creer en sapos y culebras...No se el momento exacto en que se me cruzo el cable y salto la chispa, pero hubo un segundo en el decidí que pasaría el resto de mi vida despertándome a tu vera, al lado de mi mejor amigo,al lado de mi amante,al lado de mi compañero. ...nadie en toda mi vida me ha hecho reír tanto, me ha hecho sonreír tanto, que me ha escuchado como si mis palabras fueran el único sonido del mundo, y que me haya mirado como tu lo haces cada día.


Tengo los bolsillos llenos de perdices, pero nos las comeremos poco a poco, que nos tienen que durar toda la vida...